Pérdidas millonarias jornada de 40 horas, dice IP en Puebla

Puebla, Pue. — Ante la próxima implementación de la reforma laboral que establece una jornada de 40 horas semanales, misma que se aplicará de manera gradual hasta el año 2030, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Puebla, Carlos Sosa Spínola, advirtió sobre las complicaciones que enfrenta el sector industrial para adaptarse a la nueva normativa.
Aunque Sosa Spínola subrayó que los empresarios no están en contra de acatar la ley, hizo un llamado a las autoridades para que exista comprensión sobre los desafíos operativos que implica esta medida.
En particular, pidió tiempo y diálogo para estructurar nuevas estrategias de horarios que eviten pérdidas económicas significativas.
“No es que nosotros nos neguemos a desacatar una ley que se tiene que respetar, pero sí pedimos comprensión por todos los efectos que puede generar una reforma de este tipo”, señaló el dirigente empresarial.
En este contexto, representantes de las delegaciones nacionales de Canacintra se reunieron recientemente para intercambiar experiencias y coordinar una respuesta común frente al nuevo marco legal.
El objetivo, señalaron, es contribuir a una transición ordenada sin afectar la productividad de las industrias.
Sosa Spínola reconoció que la reducción de la jornada busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores, una meta compartida con la presidenta Claudia Sheinbaum.
Pérdidas millonarias este nuevo ordenamiento
Sin embargo, alertó que la industria opera bajo tiempos rigurosos y espacios técnicamente definidos, donde incluso la pérdida de un solo día de actividad puede generar pérdidas millonarias.
Como ejemplo, mencionó sectores como el de la metalurgia, donde los hornos de fundición deben permanecer encendidos constantemente, por lo que será necesario reorganizar turnos y personal para cumplir con la ley sin afectar la operatividad.
“Si le quitamos un día de trabajo a la planta, se pierde entre un 15% y 20% del tiempo. En algunas líneas es más fácil hacer los ajustes, pero en otras como las de fundición, es un gran reto”, explicó.
Finalmente, insistió en que el sector industrial está dispuesto a colaborar en la implementación de la reforma, pero necesita medidas de apoyo y una transición que considere las características específicas de cada rama productiva.