Gobierno de Puebla ajusta ruta del cablebús para proteger el Centro Histórico

Puebla.- La reciente confirmación del gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, sobre el cambio en la ruta del proyecto del cablebús —que ya no cruzará la Zona de Monumentos Históricos del Centro de Puebla— representa un gesto necesario y responsable frente a una de las principales preocupaciones de la sociedad poblana: la preservación de su invaluable patrimonio histórico.
El Centro Histórico de Puebla, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, no solo es un referente cultural y arquitectónico de México, sino también un espacio simbólico donde se entrelazan la historia y la identidad de una ciudad que ha sabido resistir la modernidad sin renunciar a sus raíces.
En ese contexto, la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), recomendando que la infraestructura del cablebús no interfiera con este entorno, debe ser celebrada como una muestra de que el desarrollo urbano no puede ni debe atropellar los valores históricos.
El gobernador ha insistido en que el proyecto no es un “capricho”, y ha resaltado que se trabaja en plena coordinación con el INAH.
Esta actitud dialogante es una señal positiva, especialmente en un país donde muchas obras públicas han sido impuestas sin los debidos estudios ni respeto por el contexto local.
Sin embargo, aún queda por ver cuán flexible y transparente será la ejecución del proyecto.
La ciudadanía tiene derecho a conocer con claridad los nuevos trazos, los impactos ambientales y sociales, y los beneficios reales de una obra que se presenta como solución de movilidad.
Respetar la historia pide el INAH
Por otro lado, no puede pasarse por alto que el proyecto contempla tres líneas del cablebús, de las cuales solo se ha detallado una: la que va de La Resurrección hasta Angelópolis, pasando por zonas densamente urbanizadas.
Si bien este sistema podría representar una mejora significativa en el transporte para ciertos sectores, debe ser evaluado con criterios técnicos, financieros y sociales, y no solo desde una lógica de infraestructura monumental.
También es necesario mantener la vigilancia sobre cómo se realizarán los concursos públicos para la ejecución del proyecto.
El mandatario estatal ha dicho que primero se espera la aprobación del anteproyecto para después lanzar la convocatoria nacional.
La transparencia y la rendición de cuentas serán fundamentales para garantizar que esta obra responda al interés público y no a intereses privados o políticos.
En definitiva, el equilibrio entre desarrollo y preservación es posible, pero requiere voluntad política, planeación sustentada y participación ciudadana.
El cablebús puede convertirse en un referente de movilidad innovadora para Puebla, pero solo si se construye respetando la historia que le da sentido a la ciudad.