Tras años de litigios con el empresario Ricardo Henaine, reabren el Museo del Barroco
El Museo Internacional Barroco (MIB) reabrirá sus puertas luego de la renovación con tecnología de punta, proyecciones en alta resolución tras varios litigios con el empresario Ricardo Henaine Mezher.
En 2016 fue inaugurado el MIB, por el exgobernador panista Rafael Moreno Valle Rosas, quien recobró en marzo de 2011, con la fuerza pública, el predio donde se encuentra el recinto cultural.
De acuerdo con El Heraldo de México, el predio donde ahora se encuentra el recinto, había sido donado al empresario Ricardo Henaine Mezher en 2004, cuando era gobernador Melquiades Morales,
Sin embargo, el parque de diversiones cerró en 2009, luego de que la “donación onerosa”, fuera calificada de ilegal por un juez de Cholula, al considerar que se trata de un bien de dominio público, por lo que decretó el derecho a recuperarlo.
El grupo empresarial de Henaine pretendía construir ahí otro centro de diversiones más grande, incluso con casino o un fraccionamiento residencial
En 2004, el terreno estaba valuado en casi 20 millones de pesos, pero Henaine –considerado como el empresario favorito de los gobernadores priistas Mario Marín y Melquiades Morales– pagaría sólo 10 millones de pesos por 18.7 hectáreas del predio de la reserva territorial Atlixcáyotl–Quetzalcóatl, según los documentos oficiales.
La administración a cargo de Miguel Barbosa rescató el MIB y se relanzará a partir de este 12 de diciembre, luego de varios meses cerrado.
El MIB tendrá un espacio de arte digital con un equipo de alta tecnología y las exposiciones en las tres salas serán permanentes, mencionó la directora Catalina Ortiz Alvarado.
Contará con una experiencia inmersiva con imágenes proyectadas en las paredes, que podrán disfrutar los poblanos, con el relanzamiento del MIB, un proyecto que involucró el rescate de un predio de uso público.
El Museo tendrá tres salas que fueron adecuadas a un nuevo modelo de exhibición: dos inmersivas y otra interactiva, donde se podrá ver un concierto barroco tridimensional, con una pieza llena de colores y geometrías, además de una proyección sensorial que podrá ser activada por el espectador, y un espacio digital con exposiciones permanentes.