Ecocidas inmobiliarios destruyen reservas, por sus falsos desarrollos sustentables y ecoturismo


Depredadores y desarrolladores inmobiliarios, perversamente devastan con la bandera de desarrollar el ecoturismo, en zonas que por su propia naturaleza deben ser intocables para su reserva.
La ambientalista Teresa Vaught Charruf, representante del Consejo Ciudadano por el Agua en Yucatán, revela que la Reserva Biocultural del Puuc en Yucatán, que es un pulmón natural que desde hace años ha estado amenazado por megaproyectos y ecocidios, que ha sido blanco de interés inmobiliario por parte de grandes empresas turísticas, que manipulan con el concepto de ser sustentables y desarrollar el ecoturismo.
Vaught Charruf recordó que, hace algunos años, una conocida cadena hotelera con parques “todo incluido” en la Riviera Maya intentó desarrollar un megaproyecto ecoturístico en el área, ubicada a solo tres kilómetros de la zona arqueológica de Uxmal; es el actual fundador y dueño principal de Xcaret, el arquitecto Miguel Quintana Pali, y los hermanos Constandse Madrazo quienes forman parte del consejo de administración con el CEO Quintana Pali de Grupo Xcaret.
“Pobladores no descartan que sigan construyendo el parque ecoturístico y pronto nada más digan que lo van a inaugurar” Asegura la ambientalista que “El sitio de la reserva ha sido codiciado por su ubicación estratégica: está en plena selva y muy cerca de Uxmal, la segunda zona arqueológica más importante del estado. Eso lo convierte en un imán para el negocio turístico disfrazado de ecoturismo” y que sospechosamente de repente los apadrina hasta SEMARNAT y autoridades permiten los ecocidios.
Este antecedente, exhibe la presunta intervención ilegal del empresario hotelero Omar Sánchez Sáenz, señalado por la resiente devastación en el predio conocido como “Rancho Uxmal”; el autor intelectual y operativo de la impune devastación y clausura temporal. En este ecocidio ocurrido en la Reserva Biocultural del Puuc, fueron arrasados más de 10 kilómetros de selva virgen y solo procedieron a la clausura oficial temporal de la zona devastada.
Según la denunciante Patricia Elena Tejera Álvarez, propietaria del terreno, Sánchez Sáenz ingresó con maquinaria pesada para talar árboles centenarios, destruir vestigios arqueológicos y alterar ecosistemas esenciales para especies como el jaguar, el tigrillo, el ocelote; en otras dimensiones, arrasar con la flora y fauna de la zona codiciada desde hace años; que malévolamente la quieren seguir destruyendo con la bandera de la sustentabilidad y del ecoturismo. Teresa Vaught la ambientalista llama a las autoridades y la sociedad:
“Que ante la emergencia planetaria que se está viviendo, que es momento de convertir en verdaderos santuarios y defender las áreas protegidas, con acciones concretas contra esos empresarios que destruyen con desarrollos inmobiliarios, el medioambiente; como si fueran unos delincuentes.