Canales de distribución de carne de cerdo en México son modelos para otros países
Por Ariel Velázquez
CDMX: El modelo de los canales de distribución en México son garantía y eficientes que dan los resultados que permiten obtener el volumen y precio óptimos de mercado para la carne de cerdo en México, así como demostrar la hipótesis de una distribución óptima del producto entre las regiones; donde los productores nacionales mejoran su bienestar y una política al valor agregado a la producción nacional de la carne de cerdo en canal; reconoce España; gran productor porcícola. De igual modo, el modelo puede utilizarse para el análisis de la aplicación de escenarios de política comercial como aranceles, cuotas, depreciación cambiaria, subsidios o impuestos sobre los cuales se base el interés de dicha política eficaz.
El sector porcino mexicano se caracteriza por una competencia muy concentrada, con pocas empresas grandes, que agrupan diferentes unidades de negocio y que suelen integrar todo el sistema productivo, desde la cría hasta la distribución de las carnes y sus derivados. Sin embargo, aunque el sector porcino representa un 21,71 % de la industria cárnica mexicana, no es suficiente para cubrir la demanda nacional, y obliga a la industria a recurrir a la importación dado el elevado consumo de este alimento.
Estudios sobre el mercado de la carne de porcino en México (datos 2015-2020). Pese a contar con una producción creciente de carne de cerdo, fruto de la mejora genética de sus cabañas, los avances tecnológicos y la progresiva integración vertical de las empresas, México sigue siendo importador neto de porcino, y muy dependiente de las compras a sus vecinos del norte para atender la demanda interna.
España es el cuarto proveedor de carne de cerdo de México, con 1,6 millones de toneladas y un valor de 3,25 millones de dólares estadounidenses en 2019. Con la futura entrada en vigor de la Modernización del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM), y el progresivo desmantelamiento arancelario que implica, se abre a largo plazo un abanico de oportunidades comerciales que bien podrían explotar las procesadoras y mataderos españoles.
Tras presentar la definición y características del sector, este estudio analiza la oferta y la demanda, así como los precios y la percepción del producto español. Informa sobre los canales de distribución, el acceso al mercado, las perspectivas y las oportunidades del sector. Recoge información práctica y otros datos de interés.
En un estudio de mercado por el ICEX; España exportación e inversiones de El mercado de la carne de cerdo en México por la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en México; demuestra la eficacia del modelo de los canales de distribución en México de la carne de cerdo.
El cambio que se está experimentando en la red de producción porcina con la integración del proceso productivo por grandes productoras, la preferencia del consumidor mexicano por la carne fresca y la mala calidad de la cadena de frío, son los factores principales que ayudan a entender la configuración de los canales de distribución de carne y productos del cerdo en México.
Aspectos a tener en cuenta sobre la distribución en México: El exportador español que esté interesado en ingresar sus productos al país debe conocer las diferentes realidades que existen respecto a la distribución alimentaria en México: – Moderada presencia de supermercados e hipermercados en el país. La mayor parte de la distribución de carne del país se sigue produciendo en tiendas tradicionales y mercados de abasto. Aun así, las grandes superficies han ido ganando importancia en la distribución y venta de alimentos.
Entre 2011 y 2016 las ventas en este tipo de superficies aumentaron un 27,12% y, según proyecciones de Euromonitor, seguirán creciendo a un ritmo del 3% anualmente. El número de locales en dicho período aumentó un 23,3%.
– Escaso desarrollo de la cadena de frío. Aunque México se sitúe como séptimo país con mayor capacidad de almacenaje en frío del mundo12, este está casi exclusivamente limitado al mantenimiento de flores y alimentos en fresco, y en su mayor parte de frutas y verduras. La disminución del coste y aumento de eficiencia transporte y almacenaje de alimentos congelados sigue siendo un reto para la economía del país. Por lo que a la hora de elegir importador conviene asegurarse de que disponga de las facilidades necesarias.
– Infraestructuras. Alrededor del 93% de las carreteras nacionales están pavimentadas, el 70% están en condiciones aceptables y el 22% en muy malas condiciones. Según el ranking de 2017-2018 “Global Competitiveness Index” del World Economic Forum, en la categoría de infraestructuras, México se sitúa en la posición 62 de 137 países. En un país en el que las tres principales ciudades están alejadas las unas de las otras, este se considera un factor determinante a la hora de afrontar la estrategia de entrada.
– Alcance limitado del importador. Los núcleos principales de la distribución moderna se encuentran alejados unos de otros: la capital se sitúa a casi 1.000 km de distancia con Monterrey y 500km con Guadalajara, tercera y segunda ciudad del país. Esto propicia que el ámbito de actuación del agente importador o distribuidor se limite a una región en concreto del país. Por otro lado, las zonas industriales sí parecen estar más concentradas en el centro del país (Estado de México, Guanajuato, Jalisco…).
Canales de distribución de la carne de cerdo en México
Las opciones que tienen los pequeños productores con rastros privados son: vender los cerdos directamente al matadero, o venderle los cerdos a un intermediario. La cadena va a depender del tamaño de la granja productora. Por ejemplo, las granjas que disponen de un sistema tecnificado, cuentan con sus propios establecimientos para la distribución y tienen toda la cadena integrada. En el caso de los rastros municipales y de pequeña producción (rastros privados o traspatios) tiene la opción de venderle al intermediario o al matadero, y este a su vez venderá la carne directamente al consumidor o a empresas procesadoras. Claramente, la figura del intermediario cobra mayor importancia en aquellas zonas más industriales que en las rurales, donde las granjas privadas suelen dirigirse directamente del matadero hacia los centros de consumo.
A pesar de que la mayoría de carne de cerdo se encuentra fresca en mercados tradicionales, en los centros urbanos se ha experimentado un crecimiento paulatino de supermercados y un afincamiento de los canales de distribución modernos. El consumidor final prefiere adquirir el producto en estos establecimientos, que suelen contar con medidas de trazabilidad más fiables.
Además se observa en estas zonas una tendencia creciente hacia la compra de productos procesados o preparados derivados del cerdo y estos son más fácil de encontrar en los supermercados o tiendas de conveniencia que en mercados tradicionales. Como mercado nicho, presente solo en las grandes ciudades (Ciudad de México y Guadalajara) destaca la existencia de tiendas o supermercados gourmet con abundante oferta de productos occidentales, incluidos jamón serrano e ibérico y embutidos, así como otras carnes importadas.
El mercado de la carne de cerdo en México
En general, son las granjas y empresas de mayor tamaño y mejores instalaciones las que suelen importar derivados del cerdo para procesarla y venderla en el mercado mexicano. Por otro lado, la figura del distribuidor al cliente final de carne importada es casi inexistente debido a las cuestiones que se han ido comentando en el estudio (ineficacia de cadena de frío, márgenes y aranceles).
Como se ha indicado, la carne de porcino procedente del extranjero se usa casi exclusivamente en la industria alimentaria y no es fácil encontrarla disponible para el consumidor final. Por ello, las empresas importadoras de este producto tienden a adquirir la carne de países que les permite mantener un margen de beneficios altos y en el que el coste final no se vea incrementado por aranceles y demás costes de transporte.
Por último, cabe destacar que en México los canales de distribución tienden a integrarse bajo las grandes productoras y comercializadoras de carne porcina. Los pequeños distribuidores intermedios cada vez son menos presentes en zonas urbanas que en las rurales.
Distribución en los lineales en los canales de distribución modernos Aunque hemos dicho que la mayoría de carne importada va dirigida a la industria alimentaria, se considera interesante presentar el esquema de distribución lineal moderno en el país.
Canal horeca.
Actualmente en México, el canal horeca sigue representando el segundo punto de venta más importante en valor dentro de la cadena de distribución de la carne. Como se puede observar en el gráfico este comportamiento se ha ido, más o menos, manteniendo en los últimos cinco ejercicios y su tendencia no parece que vaya a mejorar.
A diferencia de otros países, los hoteles o restaurantes casi no importan directamente, ya que en muchas de las cadenas de restaurantes la oferta de carne extranjera es escasa o inexistente, dando prioridad a carnes nacionales o distribuidas por empresas locales. Este es el canal que mayor margen suele aplicar al producto.
Por su lado, el sector de la restauración en México se puede dividir en dos grupos claramente diferenciados: el sector informal y el formal. El sector informal representa la comida rápida mexicana (muchas veces, en la calle), en la que la venta de platillos con base de carne se centra exclusivamente en la procedente de la porcicultura nacional. Dentro del sector formal, la venta de carnes gourmet o importada está limitada a un segmento de restaurantes y hoteles enfocados a un cliente de perfil socioeconómico muy alto, alto y medio alto.
Autoservicios
Dentro del apartado de autoservicios se encuentran las grandes de superficies de alimentación, cadenas de supermercados y clubes de descuento. Estos establecimientos suelen establecer un margen de entre el 10 y el 25% sobre el precio de distribución a la mayoría de sus productos. Existe una tendencia creciente hacia una concentración en la distribución, gracias principalmente al aumento de grupos nacionales e internacionales que van copando mercado en las principales ciudades mexicanas. Actualmente, según varios estudios, este canal representa aproximadamente el 35% del total de las ventas de alimentos.
México cuenta con grandes cadenas de autoservicios: Wal Mart de México es el grupo comercial más grande del país, con más de 2.291 establecimientos, presencia en 384 ciudades de la República y una cuota de mercado del 21,7%13 en 2017. La cadena cuenta con su propia salchichonería y elaboraciones propias de cerdo.
Por su parte, el Grupo Soriana es el segundo grupo comercial más importante: cuenta con más de 827 centros distribuidos en más de 277 ciudades del país, así como con 17 centros de distribución. Su cuota en 2017 fue del 6,8%. En enero de 2015, el grupo anunció la adquisición de los formatos de Tiendas Comercial Mexicana, Mega y Bodega Comercial Mexicana, pertenecientes hasta entonces al Grupo Comercial Mexicana. En cuanto al Grupo Comercial Mexicana, tras vender las tiendas mencionadas, cuenta con los formatos de City Market, Sumesa y Fresko.
Hasta 2012, Costco también pertenecía al grupo; sin embargo, se vendió la participación de las unidades que operaba en México a Costco Wholesale. Su cuota fue únicamente del 3,3% en 2017. Grupo Comercial Chedraui consiguió desde 2015 una fuerte presencia en la Ciudad de México y otros estados gracias a la adquisición de la cadena de autoservicio Carrefour México, en virtud de lo cual tiene una mayor participación en el total de ventas del sector (4,3% en 2017 y 233 tiendas). Otras cadenas de autoservicio de México, pero que se concentran en determinadas regiones son: 1. Casa Ley: tiene una alianza estratégica con Safeway, con base en Culiacán. 2. Casa Chapa: con 21 supermercados en el norte y noroeste de México. 3. Calimax: con base en Tijuana y Baja California. 4. HEB: cadena estadounidense implantada en la zona norte del país.
Tiendas departamentales
Anteriormente, las tiendas departamentales no solían disponer de un departamento de alimentos, sino que se centraban exclusivamente en textil, menaje, joyerías y electrodomésticos, entre otros. Sin embargo, en la actualidad, es totalmente normal encontrar departamentos exclusivos de alimentación y bebidas. Los productos que están expuestos suelen ser de precios más elevados, ya sea por ser de mayor calidad, o porque se perciben en muchas ocasiones como singulares. Las más relevantes son Liverpool (con 127 establecimientos) y Palacio de Hierro (13 establecimientos). Sin embargo, la existencia de carne fresca es nula y la presencia de carne de cerdo se limita a preparaciones o embutidos gourmet.
Tiendas de conveniencia
En México existen dos tipos de tiendas de conveniencia, las de formato tradicional y las de formato internacional. Las de formato tradicional se encuentran, sobre todo, en pueblos y pequeñas ciudades, donde se emplea una parte de la vivienda particular para vender productos variados, sobre todo, de compra impulsiva, como refrescos, patatas y dulces, entre otros.
Destacan: Oxxo (16.526 tiendas), 7-Eleven (2.000) y Circle K – Extra (1.128 en total).
La venta de carne fresca no es frecuente en estas tiendas. La mayor parte de las ventas se centran en refrescos, zumos, cervezas, bebidas alcohólicas, bebidas mezcladas (licor y refresco), ya que México es uno de los países que más consume dentro de este segmento y en ocasiones algunas carnes frías y embutidos.
Tiendas tradicionales.
Son pequeñas tiendas de barrio, también conocidas en México como “abarrotes”. Estas tiendas tradicionales son muy numerosas y la mayor parte se encuentran en los barrios de clase baja de las ciudades o zonas rurales. En ciudades principales, el número de estas tiendas está disminuyendo debido a la apertura de nuevos supermercados y grandes superficies. Los productos que se suelen encontrar son parecidos a los de las tiendas de conveniencia y productos frescos, donde, en muchas ocasiones, son los mismos productores quienes llevan la mercancía directamente. En cuanto a la presencia de derivados del cerdo, estos se limitan también a embutidos y carnes frías.
Tiendas especializadas
En ellas se puede encontrar toda clase de productos gourmet, tanto nacionales, como importados. Se proveen sobre todo de embutidos y preparaciones de carnes a través de importadores/distribuidores o también mediante la importación directa. Después, distribuyen sus productos tanto al canal horeca y detallistas, como a las grandes superficies y consumidor final.
Las principales tiendas especializadas son: – Grupo La Europea: es el principal distribuidor en Ciudad de México dentro de esta categoría. Cuenta con más de 40 puntos de venta, de los cuales 19 se encuentran en la zona metropolitana de Ciudad de México. El resto, están repartidas en ciudades como Cuernavaca, León, San Miguel de Allende, Querétaro, Valle de Bravo, Guadalajara, Cabo San Lucas, Cancún, Acapulco y Los Cabos. Además, cuenta con tienda virtual.
La Europea posee su propia importadora: Importaciones Colombres, que es quien abastece directamente a todos los puntos de venta de La Europea, además de a otros clientes como hoteles y restaurantes. Vende principalmente marcas españolas. – La Criolla: únicamente cuenta con tres sucursales ubicadas en dos de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México. El propietario de La Criolla es además socio de una importadora llamada Vinos & Vinos.
– City Market: supermercado gourmet del Grupo Comercial Mexicana. Las tiendas cuentan con una presentación muy cuidada y disponen de zonas para tomar algo como el market café, la zona de pintxos o el bar do mar. Actualmente cuentan con 9 sucursales: 6 en distintos puntos de la capital y las 3 restantes en Guadalajara, Querétaro y Puebla.
– Viña Gourmet: la primera sucursal se abrió al sur de la Ciudad de México (Pedregal), primero como tienda de productos gourmet y, tiempo después, como restaurante; de esta manera se convirtió en una cava-restaurante y tienda especializada. Actualmente cuenta con dos restaurantes.
México concentra su producción porcina en industrias alimentarias
El gran consumo de carne de cerdo en México ha contribuido al aumento de su producción. En 2017, la producción de esta carne fue la que más creció en el país, tanto en toneladas producidas (4,8%) como en valor (9,3%, el qué supuso un total de 3.242 millones de dólares).
Aunque la porcicultura se practica en todo el país, existen tres zonas en las que se localiza casi el 50 % del total de la producción nacional de carne de cerdo: Jalisco, con 301,15 kt (kilotoneladas), Sonora (261,76 kt) y Puebla (165,56 kt). Esta última y la zona de Yucatán están liderando el auge de la producción nacional, y experimentan las mayores tasas de crecimiento: 35,5 % y 32,1 % respectivamente. En Yucatán, debido a su bioseguridad natural como península y a las estrictas medidas de bioseguridad aplicadas, se ha mantenido libre de diarrea epidémica porcina y, en los últimos cinco años, ha presentado un importante crecimiento en la producción de cerdos.
Referente a las granjas, en México pueden diferenciarse hasta tres tipos de granjas. En primer lugar, se encuentran las granjas con sistemas a pequeña escala o rural, es decir, granjas con menos de 50 reproductoras y menos de 200 cabezas. Suelen encontrarse en traspatios de zonas urbanas y son explotaciones de tipo familiar. Sin acceso a tecnología y sin condiciones sanitarias adecuadas.
Se calcula que este tipo de granjas representa el 22,06 % de la producción de carne de cerdo del país. En segundo lugar, están las granjas con sistemas semitecnificados. Estas cuentan con recursos económicos limitados y no pueden desarrollar sistemas intensivos y tecnológicos. Por lo que sus niveles de bioseguridad son variables.
Actualmente suponen el 28,11 % de la producción nacional. Por último, están las granjas con sistemas tecnificados, en las que se utilizan avances tecnológicos en los aspectos de manejo, nutrición y sanitario, como el control estricto de animales y personal. Estas granjas suelen pertenecer a grandes corporaciones y albergan el 49,82 % del inventario nacional de cabezas de cerdo y el 75% de la producción.
Distintas deficiencias en la producción local y su elevado consumo han provocado que las importaciones de carne de cerdo hayan experimentado un gran auge en los últimos cinco años, hasta llegar a los 1.405 millones de dólares en 2017.
México cuenta con una larga trayectoria como país importador, y es el sexto país que más carne de cerdo adquiere del extranjero. Gracias a la importación, el mercado porcino de México puede cubrir gran parte de las necesidades de la población y de la industria alimentaria.
La carne de porcino procedente de España también tiene una presencia importante en el país centroamericano. En el año 2017, México llegó a importar desde nuestro país hasta 200.000 kilos de carne en canal y piezas para procesar por un valor de 630.000 dólares. Esto ha situado a España como el tercer proveedor de carne porcina al país, por detrás de EE.UU. y Canadá.
Las importaciones de carne de cerdo se destinan especialmente a la industria alimentaria, donde las procesadoras de carne la transforman antes de distribuirla al consumidor final. Además de todas las importaciones de carne, el país también está importando cerdos vivos a tasas más altas. Los programas de mejora genética son cada vez más importantes para la industria porcina. Ya que los principales productores buscan formas de desarrollar mejores líneas genéticas para los cerdos, como la Duroc, en respuesta a los desafíos de producción destinados a mejorar la productividad, la calidad de la carne y el crecimiento y temperamento de los cerdos.
El crecimiento del PIB mexicano, el desarrollo de canales de distribución de carne modernos y la posible eliminación de los aranceles hacen de México un país atractivo para los productos españoles.